En las técnicas de construcción convencional, los acabados de cubiertas y terrazas se realizan recubriendo el soporte estructural de hormigón con una tela de material asfáltico o caucho y encima se le coloca el material transitable, habitualmente losetas. Con el paso de los años la dilatación-contracción a la que está sometida los materiales de la cubierta terminan rompiendo la tela impermeable. El resultado son las humedades en el techo bajo cubierta. Para su reparación, lo habitual es levantar toda la cubierta y hacerla nueva. Esto provoca residuos de la construcción y sobretodo unas obras muy molestas para los usuarios, de larga duración y caras.
La opción del corcho para proyectar es algo más barata, es de por si transitable, és de más rápida de aplicación y, sobretodo, permite escoger entre una amplia posibilidad de colores que personalizan la estética del lugar.
El corcho proyectado tiene también una alta durabilidad. La opción del corcho para proyectar és una opción ecológica y una alternativa a las resinas impermeabilizantes basadas en el poliuretano, un producto tóxico que deberíamos evitar de las rehabilitaciones de edificios.